¿Por qué tuiteros y "amigos" en Facebook aplauden agradecidamente a Arturo Zamora, diputado federal del PRI? Porque anunció que retirará una iniciativa que enviara a la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados.
Si aún no estás enterado del ignominioso dictamen, otros ya lo han explicado muy bien, no lo haré yo nuevamente (http://www.eluniversal.com.mx/columnas/91502.html, http://impreso.milenio.com/node/9021330). Zamora retira su propuesta de penalizar la difamación de políticos y partidos porque recibió muchos comentarios en contra de ella en Twitter y Facebook. Dos consideraciones a destacar: Que la participación de la gente a través de las redes sociales sí tiene un efecto directo, en este caso, una ley que afectaría la libre expresión de la ciudadanía (expresada también en los medios de comunicación); y que en vez de ser un acierto del diputado lo expone como improvisado por no haber consultado antes de redactar su iniciativa a diversos sectores de la sociedad.
Es decir, a medioahogado el niño, a tapar el pozo, porque ciertamente aún no se ahogaba el escuincle, sino que estaba en eso.
Yo me sigo preguntando. ¿Por qué le aplauden? ¿No es su trabajo consultar y ejecutar la voluntad popular? Sí, quizá sea de los pocos que lo hacen, ya hay antecedentes de hechos similares. Habría que insistir en que la consulta es previa a la redacción, no hace falta retirar dictámenes que son producto del acercamiento de los diputados a la academia, a empresas (medios de comunicación, p.e.), a la misma sociedad, a quienes sea necesario.
Por otro lado, si quienes hacen las leyes usan herramientas como las redes sociales para tomar el pulso social sobre determinadas problemáticas, esto puede actuar en favor de una democracia menos ideal y más práctica.
De hecho, el uso de Facebook o Twitter podría marcar la preferencia de la ciudadanía hacia un candidato u otro, sin importar el color, porque con ello podría dar el mensaje de que, a diferencia de los otros, tomará en cuenta la opinión popular y experta al momento de proponer y hacer las leyes en este país.
Son herramientas que deben ser usadas de la manera más creativa y eficaz posible. Yo sí le veo futuro si seguimos a los legisladores y nos comunicamos con ellos, de eso se trata. Menos inmovilidad social y mayor participación. Las manifestaciones están bien para expresar la indignación social sobre tal o cual tema. Eventualmente. Pero para trabajar con nuestros legisladores, no suena mal.
Hay que seguir a nuestros diputados y, si no tienen una cuenta en redes sociales, hay que exigirles que tengan una. No será la panacea, pero ayudará.
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